domingo, 19 de junio de 2011

El artista autodidacta: James Castle


Déjenme comentar un resumen de la vida de Ramanujan. Quizá algún detalle no sea correcto pero nos sirve únicamente como ilustración. Ramanujan fué un hindú con enorme habilidad matemática que se formó a sí mismo mediante la lectura de un libro de matemática avanzada publicado décadas antes. Cuando acabó las demostraciones continuó desarrollando ideas sin contacto con otros matemáticos. Finalmente se decidió a comunicar a un conocido profesor inglés algunas de sus demostraciones. El profesor tras analizarlas dijo algo similar a ésto. "Debe ser verdad porque no hay nadie con la suficiente imaginación para inventar algo así"

Cuando se analizaron las propuestas de Ramanujan podían incluirse en tres grupos:
- Desarrollos conocidos por la comunidad matemática que Ramanujan había redescubierto por sí mismo
- Desarrollos erróneos cuyo fallo en alguno de los pasos le había pasado desapercibido
- Maravillosas ideas originales y correctas que nadie había pensado

El problema de Ramanujan es que no podía diferenciar entre los tres grupos. Tengo para mí que el problema fundamental del autodidacta en cualquier campo es la inseguridad que deriva de la conciencia de falta de criterio.

En sus seminarios Vaquero Turcios hablaba entusiasmado del "art brut", el arte desarrollado por enfermos mentales que podría traducirse por "arte en bruto". En una ocasión se planteó si el arte no estaba más en la selección que en la propia creación. Cuando la selección la realizan expertos con amplia formación, filtran los resultados introduciendo lo que en estadística se denomina un "sesgo".

Evidentemente el arte denominado "outsider art" posee una originalidad que lo hace extremadamente atractivo.

Y aquí tenemos a James Castle en el Reina Sofía de Madrid. Un artista en toda regla que idea métodos, crea imágenes del mundo y nos trasmite eficaz y brillantemente su visión. Reinventando el collage y hasta el pincel y los pigmentos es capaz de desvelarnos su mundo.

Pero es que además Castle era sordomudo y quizá analfabeto. No sólo carecía de formación reglada sino que no tenía acceso a los más elementales medios de trasmisión de cultura.

Cuando vemos su obra sentimos la necesidad artística del hombre. Este es un paisaje relizado por él



Percibimos cómo el arte refleja su mundo interior y cómo se establece un "contrato" entre el creador y el espectador. Una transacción entre lo que se crea y lo que merece ser visto, una transacción que como en el caso del precio de las materias primas varía con el tiempo. No sólo estamos hablando de la necesidad expresiva de la persona sino de la utilidad de lo creado para otras personas cuyo interés no es cononcer los detalles de una comunidad rural en Idaho o analizar las características psicológicas de una persona con deprivación sensorial sino más bien disfrutar de los aciertos en la plasmación del mundo y de la codificación de experiencias que como humanos compartimos.

Este es un ejemplo de la plasmación de un pato con una técnica similar a un collage



La exposición está ordenada en torno a la idea de cómo Castle almacenaba, clasificaba y mostraba sus obras, creando espacios de representación de su mundo. El círculo se cerraba cuando dibujaba a modo de reportaje fotográfico las exhibiciones de sus obras.

Una preciosa exposición más allá de las características insólitas de su autor, donde conviven hallazgos de elementos plásticos conocidos (como la perspectiva y la organización del espacio), elementos formales más o menos primitivos y posiblemente inadecuados desde nuestro punto de vista (como la abundancia de detalles o la insinuación de texto mediante una monótona linea ondulada) y maravillosos y originales hallazgos plásticos (como los collages describiendo animales o simplificados dibujos de su realidad).

Este es un video que resume la exposición, esta es la presentación relizada por su comisaria Lynne Cooke
 

y éste un video donde se pueden contemplar los motivos de su obra en paralelo con la realidad

2 comentarios:

Mercedes dijo...

Está claro que hay mucho que ver en el Reina Sofía, iré a ver esta y la de Lygia Pape. Tus singulares explicaciones realmente animan, Jesús.

(PD: por fin fui a ver la de la Casa de Vacas, y me gustó muchísimo)

Jesus Olivan dijo...

Pues estoy de acuerdo. Las exposiciones del Reina Sofía son fenomenales y las acompaña una labor de documentación extraordinaria. Los videos que incluyo de youtube son de los propios comisarios y la linea es bien definida y de miras amplias. Además no son nada pesados en la entrada y por si se animan en los días de diario desde las siete es gratis. O sea que es una forma fenomenal de acabar un día en el centro. Muchas gracias Mercedes.