miércoles, 12 de octubre de 2011

Alighiero Boetti


Hace algo más de un año asistí en el Reina Sofía a la presentación de un trabajo de Mario García Torres titulado "¿Alguna vez has visto la nieve caer?". Se trataba de un conjunto de escritos y una proyección de diapositivas montadas sobre una narración deliberadamente tranquila y descriptiva. A partir de fotografías de muy diversos orígenes, con la paciencia de un investigador histórico el autor nos describía Kabul, su aeropuerto, la estructura de sus calles y sobre todo el Hotel One. Supimos entonces de la existencia de Alighiero Boetti un artista italiano que se había desplazado a Afganistán durante los años 70 y había establecido un método de producción artística cuya elaboración era encargada a artesanos locales con base precisamente en el citado Hotel One. Durante muchos minutos se discutía su ubicación, las posibles modificaciones de su estructura. Furtivamente aparecía la figura del artista en fotografías de época.  Toda la presentación estaba impregnada de un halo de misterio y proximidad, de lo que podía haber sido y de lo que fue en realidad. 

¿Merecía tanta atención la estancia de un artista europeo en un pais musulmán? Pueden ver un resumen de la presentación y del autor en este video. Un resumen e interpretación del trabajo pueden verse en este enlace. La narración es deliberadamente minimalista y el método recuerda Blow upEs un conjunto de hechos absolutamente triviales y banales que se elevan a la categoría de arte por la mirada del artista. Evidentemente el centro de la exposición no era el trabajo de Boetti sino su mera presencia y su relación con Afganistán.

Por aquel tiempo en la Galería Marta Cervera se presentaba una exposición con algunos trabajos de Boetti, allí pude ver unas curiosas cartas enviadas por correo con un franqueo de varios sellos que sufrían permutaciones en cada una de las cartas. Pasaron algunos meses y ahora...

En el museo Reina Sofía, han preparado una importante exposición sobre Alighiero Boetti. La relación de Boetti con Afganistán es increíble. Al parecer comienza con un personaje del siglo XVIII cuya identidad no está completamente clara: Sheick Mansur  o para algunos un antepasado de Boetti: Giovanni Battista Boetti. La historia completa desarrollada por Adam Curtis puede verse en esta entrada de su blog.

Pero volvamos a Boetti y a la exposición. Nacido en Turin, exponiendo en conjunto con artistas del denominado arte povera, un movimiento que utilizaba elementos formales de obtención fácil o de desecho,  inicia pronto una trayectoria original que le lleva a desarrollar una obra propia. Un resumen muy amplio y bien documentado de su obra (en italiano) clasificada por décadas puede encontrarse aquí.

Como siempre vamos a tratar de destacar en la exposición algunos aspectos que llamaron mi atención.

Hace unos meses hablábamos del constructivismo a propósito de Lygia Pape. Comentábamos entonces la construcción de una nueva realidad a partir de la repetición con variaciones de un conjunto limitado de estructuras geométricas básicas. También al hablar de Elena Asins comentábamos como en el desarrollo de la obra podían utilizarse algoritmos que relacionaran elementos abstractos (progresiones, permutaciones). Este mismo planteamiento puede encontrarse utilizando elementos formales no abstractos. Este es un planteamiento utilizado por Boetti.



En la obra diversos relojes de muñeca en paralelo muestran sutiles diferencias; un conjunto de dos progresiones (la hora y la posición de la hebilla) desarrollando una narración lineal casi musical.

En otra obra un par de etiquetas presentes en cada cuadro se desplazan progresivamente de abajo a arriba formando tembién una especie de melodía visual. Probablemente la analogía (de planteamiento, no de realización) con algunos de los trabajos de Asins se base en los elementos matemáticos subyacentes (permutaciones, progresiones) en ambos casos.

El segundo elemento que me gustaría destacar quizá deriva también de la subversión de utilizar elementos no abstractos para un contexto para el que no han sido concebidos. El artista utiliza elementos formales complejos y realistas para formar una especie de plano en que se funden perdiendo su identidad. Unos preciosos dibujos de las portadas de revistas gráficas copiados a grafito forman una especie de alfombra en que su identidad se anula en un todo que forman y del que evidentemente no participan.

Otro ejemplo.  En esta imágen vemos una preciosa alfombra multicolor



Cuando nos acercamos descubrimos todo un universo de símbolos, objetos, personas, animales formando un complejo tapiz carente por completo de estructura.



Boetti se encuadra en el arte conceptual en que la realización final puede no ser ejecutada por el artista (vease la entrada dedicada a Esther Achaerandio). Un ejemplo de este planteamiento podríamos encontrarlo en el planteamiento de sus famosos "mapas" en que un mapamundi se realiza de tal forma que cada país está ocupado por su propia bandera. Ejecutado posteriormente como un tapiz algunas de las decisiones son tomadas por los artesanos encargados de la realización. Esta cita de Boetti tomada de Wikipedia resume parte del proceso "Para mí el trabajo de los mapas bordados es el máximo de la belleza. Para este trabajo no hice nada, no escogí nada, en el sentido de que: el mundo está hecho como es, no como yo lo diseñé; brevemente, no hice absolutamente nada; cuando la idea básica, el concepto, emerge, todo lo demás no requiere ninguna elección"

Fuí a ver la exposición acompañada de mi amigo Josemi. Comentábamos como el arte conceptual es algo frío, produce una emoción que surge de la comprensión frecuentemente parcial de la obra mostrada más que de una visión de la realidad que nos apasione.

Boetti se autorrepresentó en una estatua arrojándose agua para mantener frío su fuego interior (vean por favor este pequeño vídeo prescindiendo mentalmente de las anotaciones).

En una de sus construcciones más citadas los seis sentidos ("i sei sensi") una especie de jeroglifico permite a partir del alfabeto mostrado en la izquierda la reconstrucción de un mensaje en italiano (las comas sustituyen las letras de la izquerda)



"vedere gustare toccare udire odarare pensare" (ver, gustar, tocar, oir oler, pensar). Boetti nos habla de cómo pensar provoca sensaciones como un sentido más. Quizá lo más sorprendente sea el espacio en blanco situado a la derecha, sugiriendo la existencia de otros muchas formas de evocar sensaciones a las que ni siquiera nombramos.

(Si están interesados en Boetti un amplio seminario en italiano realizado este año en Turin puede ser visto en youtube conteniendo aportaciones de otros muchos artistas italianos y del propio Boetti. Una reseña de la exposición puede ser vista aquí y una introducción como siempre estupenda del propio Reina Sofía puede ser vista aquí)

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