viernes, 13 de julio de 2012

James Coleman


Muchas veces he pensado en disfrutar una exposición mediante dos visitas complementarias. En la primera de ellas de forma intuitiva, sin casi conocer al autor te fijas en algunas obras, captas la atmósfera general, dejas que sus puntos de vista te impresionen. Luego, tras haber estudiado algunos contenidos, conocido las claves que se han utilizado para la exposición, la posición del autor dentro del arte y algún análisis crítico de su obra vuelves a contemplarla desde una perspectiva más racional y analítica. El resultado es una mezcla de espontaneidad y análisis.

Y ese ha sido el método seguido para ver a Coleman en el Reina Sofía.

James Coleman es un artista de dificil categorización. Si no me creen escuchen por favor la introducción de Borja Villel

Siguiendo las explicaciones de los expertos he aprendido que Coleman relativiza aspectos expositivos. Uno de ellos es la secuenciación de la imagen mediante proyección de fotogramas sucesivos (análogos a la proyección de diapositivas). Un ritmo meticulosamente marcado conteniendo un sonido simultáneo constituye con frecuencia el eje de la instalación. Como sucede con frecuencia en un medio artístico la perfección formal es impecable e incluye salas vacías y amplias en que únicamente un complejo sistema de proyección y altavoces compiten en el espacio con los espectadores. Los espectadores se ubican en la sala venciendo el cansancio de permanecer el tiempo prolongado en que sucede cada obra, la oscuridad o penumbra del ambiente, la distracción del paso de otros... todo ello forma parte de una experiencia de aislamiento casi de introducción en una nueva realidad en que el tiempo toma un sentido radicalmente diferente del que sucede en el exterior de la exposición. En las obras, a veces el tiempo se detiene, como en el reloj proyectado del inicio de la exposición, a veces se expande y una acción de tres segundos se proyecta durante 17 minutos (Untitled Philippe Vacher). O sea, que ciertamente se trata de una exposición que solicita del espectador un gran esfuerzo.
Vaquero en una de sus brillantísimas ideas nos llevaba a una vanitas que se encontraba en el museo de la academia de San Fernando. Como corresponde a una descripción de lo pasajero del mundo estaba poblada de calaveras, joyas, flores... Nos cronometraba el tiempo que necesitabamos para su contemplación. La mayor parte de nosotros tardábamos menos de un minuto. La mera contamplación de cada una de las partes hubiera requerido más.
La exposición no solo es desbordante en contenidos, lo es también en el tiempo requerido para disfrutar de cada uno de ellos. Asi que voy a contar más o menos mis sensaciones respecto a la obra box en la sala de bovedas del Reina Sofía. Esa idea de que la obra de arte te devuelve lo que le das y que si inviertes en ella recursos (tiempo, inteligencia, estudio...) te va a devolver amplificada una visión del mundo y contenidos que modificarán tu forma de verlo no se me iba de la mente. En la sala de bóvedas del Reina Sofía he asistido a actos memorables. Recuerdo la representación de una obra de Arrabal  o el documental-instalación sobre las  andanzas de Boetti en Afganistán. Cuando entras en la sala desaparece el exterior de forma completa. Como en los experimentos de aislamiento sensorial de Halberg tu mente deja de sincronizarse con el exterior. Y aqui tenemos la obra Box de Coleman. Se accede a una oscura sala en que una proyección taquistoscópica nos muestra un combate de boxeo alternando los fotogramas del combate con la oscuridad completa. Alguien ha colgado en youtube el video de la instalación.
No piensen que la experiencia se reduce a la contemplación del combate. Con una frecuencia próxima a la de un latido, un sonido rítmico nos marca la alternancia entre la imagen y la oscuridad. Por unos instantes permanece la postimagen en la pantalla y la narración nos introdue en un tiempo psicológico próximo al de los combatientes de la proyección. Es sabido que nuestra mente integra diversas sensaciones con una ficción de continuidad. ¿Qué es el cine sino una sucesión de fotogramas que interpretamos como una acción continua?. La tramoya en el caso de Coleman queda al descubierto. Puesto que el ritmo es previsible podemos abrir y cerrar los ojos seleccionando imágenes y reinterpretando la instalación. Poco a poco atisbamos, al adaptarnos a la oscuridad, los límites de la sala, el proyector y otras personas. Otras personas igualmente perdidas o desorientadas. Este conjunto de sensaciones, el agobio opresivo de la realidad del combate que se nos muestra, la desaparición de nuestras claves, la creación de nuevos rítmos, la percepción absurda de un combate del que nada conocemos fuera de nuestro tiempo y nuestro espacio, la nueva percepción de la sala, la toma de conciencia de los otros con quienes compartimos una realidad incomprensible que no es sino el reflejo de algo que a su vez desconocemos es una experiencia intensa. El arte nos trasmite, sin demasiado riesgo personal, formas de ver el mundo y Coleman con elementos tomados de sitios muy diversos, también lo hace. En la introducción se nos explica que a Coleman le pareció la sala de bóvedas perfecta para sus fines. No me extraña.

miércoles, 20 de junio de 2012

Mario Merlino y el libro-objeto


Acudí la pasada semana invitado por Jesús Gironés a la biblioteca Leon Tolstoi de las Rozas a la presentación de una recopilación de poemas de Mario Merlino. Se trataba de un volumen editado por Fondo de Cultura Económica titulado “Voces Comunes y otros poemas”. Fueron varios actos en uno. 

Tras una preciosa introducción de Benito del Pliego, el prologuista de la edición, (parte de los contenidos pueden verse aquí) se procedió  a la lectura de algunos de los poemas de Mario Merlino contenidos en el libro. La lectura añadió un interés muy especial. Diferentes artistas, escritoras, poetisas, actrices recitaron aportando su visión y su emoción a poemas cultos, complejos y a la vez claros y directos.

El acto también incluía la presentación de un “libro-objeto” dedicado a Merlino. Un libro-objeto es una caja que contiene materiales que por su propia naturaleza son difícilmente editables: fotografías, collages, pequeños objetos, escritos... se agrupan en el pequeño espacio de una caja y cuando se esparcen permiten ordenaciones muy diferentes, casi como Rayuela que es a la vez muchos libros dependiendo del orden en que son leídos los capitulos. 



En diferentes vitrinas vemos juegos de letras, palabras que se cruzan, fotografías difuminadas, reproducciones de obras plásticas o tristes globos desinflados que quizá al llenarse de aire nos contemplarán arrogantes.



Es el ejemplar 22 de la serie de libros objeto o sea que nuestros amigos tienen una larga trayectoria en este tipo de edición. Recuerda la caja verde de Duchamp o las cápsulas de tiempo en que de alguna forma objetos diversos nos hablan del momento congelado en que se cerró la caja.

Si no me equivoco, se trata de una edición artesanal limitada a muy pocos ejemplares destinados a una distribución institucional.

Y no me gustaría acabar sin comentar algunas “performance” que acompañaron el acto. En el espacio destinado a la biblioteca de Mario Merlino, que es mantenida en la biblioteca de Las Rozas, recordaba, como decía Abramović que la diferencia entre performance y teatro es que la performance es real. Todas ellas fueron estupendas. Para mí resultó especialmente emocionante una canción interpretada por Isabel Corullón. (este es un video en que participa). Quizá el termino canción no es el más adecuado para una pieza sin letra o música. Con una cuidadísima presentación se nos transmitía en las inflexiones de la voz, en los ritmos, en los gestos, en la expresión facial toda una serie de sentimientos emociones y reacciones .

Siento no tener un video pero ahí van algunos momentos de la misma.



O sea que fue un acto con un diseño espectacular y a la vez cotidiano que nos hizo aproximarnos a Mario Merlino de muy diversas formas, todas ellas brillantes aunando edición, recitado, performance y crítica.

domingo, 17 de junio de 2012

Joaquín Vaquero Turcios


Mi amiga Mercedes me recomendó la exposición dedicada a Góngora que actualmente presenta la Biblioteca Nacional que entre otras cosas hermosas incluye dos hermosos retratos imaginarios realizados por Vaquero Turcios. Muchas veces hemos hablado de Vaquero en estas páginas. A propósito de la pintura como memoria, de cómo una generación recibe una lluvia de ideas plásticas que les hace parecerse o de las técnicas que permiten aproximarse al proceso de creación artística. Hoy me gustaría hablar de alguno de los rasgos de Vaquero que pude atisbar en las escasas veces que pude hablar con él. Como el androide de Blade Runner que no desea que se pierdan las sensaciones que ha experimentado durante su vida como lágrimas en la lluvia.


Mi primer contacto con su obra fue cuando recién llegado a Madrid me admiró le monumento al descubrimiento en la Plaza de Colòn. Me pareció una preciosa traducción del descubrimiento los volúmenes como bloques que enlazaban  continentes separados por océanos. Sus leyendas grabadas en la piedra no dejaban lugar a dudas: junto al trabajo de creación plástica,  un enorme trabajo paralelo de documentación y preparación sustentaba la obra. Muchos años despues pude disfrutar de sus conocimientos sobre el descubrimiento de América. Una auténtica conferencia sobre los hombres y su capacidad para superar el lugar común que la historia les tiene destinados. Esta es una fotografía con un punto de vista elevado tomada de Wikimedia Commons que permite valorar la belleza del monumento con sus voladizos Bauhaus y su orden elegante y funcional.



Incluso hoy, es evidente la ausencia de deterioro en el monumento a pesar de las agresiones que sufre. Junto a la calidad en la ejecución (Vaquero no pudo acabar la obra a su gusto por la premura en la inauguración) me gustaría destacar cómo utilizó las limitaciones técnicas para la propia creación. En una grabación de TVE que se mantiene en el Reina Sofía, pude conocer que la obra, que fue muy discutida en su tiempo, había nacido como un muro que aislara la plaza de Colón del tráfico automovilístico de la calle Serrano. Este conjunto de rasgos: documentación, originalidad, adaptación al terreno, utilización de las limitaciones, superación de las dificultades mediante el trabajo acompañó su obra desde el inicio. Vean este video sobre su trabajo en la presa de Grandas de Saline



y también este documental. 

Vaquero mitad en serio, mitad en broma comentaba que la mejor forma de que te encarguen un gran mural era hacerlo más barato que un pintor industrial.

Hemos comentado que Vaquero era un pintor culto. Dalí solía decir que los pintores no son personas muy inteligentes. Hay excepciones y Vaquero tenía un conocimiento enciclopédico y original sobre el arte.

Más aún, para Vaquero la creación del arte y su disfrute no eran mundos separados. Tuve ocasión de visitar su maravillosa casa en Pozuelo en un par de ocasiones, una casa diseñada por él y que en cierta forma le describía. Utilizando encofrados y pinturas industriales consiguió un resultado de enorme belleza y en su interior perfectamente ordenado y limpio, una talla románica, fragmentos de cerámica etrusca, telas africanas y sus propios dibujos sobre estatuas romanas formaban una secuencia que ilustraba la riqueza del pensamiento de los hombres y sus sueños a través del tiempo en diferentes lugares.

Vaquero veía arte donde otros ven historia o antropología. Arte como un juego en que el hombre muestra lo mejor de sí mismo. Recuerdo con especial placer su valoración del arte rupestre y cómo éramos capaces de realizar una aerografía (este es un fichero pdf en que se le cita) con máscaras recortadas, pajitas y tierras disueltas en agua emulando los logros técnicos de nuestros antecesores, cómo creabamos un ambiente artificial para comprender la vision limitada en una cueva iluminada por teas y la importancia de la sombra que proyecta el relieve de la roca como un elemento más que se integra en la creación.  

 
Junto a sus características intelectuales y artísticas aunaba la elegancia de un patricio, el gusto por la conversación y el respeco a las opiniones ajenas; jamás le oí una queja o reproche malsonante a aspecto cultural alguno.  Uno de sus temas  preferidos era la ausencia de reglas en el arte, la ausencia de caminos reglados. Este es su discurso de ingreso en la academia que trata sobre este mismo tema. Esta es su imagen rodeado de clasicismo y abstracción, aprovechando todo lo que entontraba a su alcance.



Muchas cosas me dejo en el tintero; su hermosa definición de clasisismo (esa estrecha franja que se sitúa entre el arcaismo por un lado y el manierismo y el barroco  que le seguirán), su explicación de su propia obra expuesta en la academia de San Fernando (en ese tiempo yo estaba tan preocupado por los Incas...), su pasión por la enseñanza (estaba tan cansado que solo la alegría de venir a veros me ha hecho levantarme), su enorme obra como pintor y tantas otras.

Todas estas cosas venían a mi mente al ver los retratos de la exposición de Góngora y pensaba en lo bonito que sería poder acudir a una exposición retrospectiva de su obra que nos mostrara también la riqueza de su pensamiento.

domingo, 10 de junio de 2012

Beltrán Massés


A veces uno se lleva una sorpresa cuando menos lo espera. En la Academia de San Fernando se expone la obra de Beltrán Massés

El folleto de la exposición nos explica "su vida, como su obra, es testimonio excepcional de una época y de un mundo". Entre las personas que retrató el rey Alfonso XIII, la maharaní de Kapurtala o Rodolfo Valentino entre una gran variedad de príncipes, magnates, aristócratas o actores que puede verse en la exposición.

Este es un video en que pueden verse algunas de sus obras




Su trabajo le mereció un enorme reconocimiento en su tiempo. De hecho podemos ver en la muestra recortes de prensa, fotografías o críticas de sus exposiciones. Para los que no la conocíamos su obra tiene un aire nuevo y un aire antiguo. Es como un resumen de la figuración en la primera mitad del siglo XX, vemos reflejos de Romero de Torres o Tamara de Lempicka, de Sorolla o Zuloaga, de la pintura simbolista y de la secesión vienesa... (este es un video en que puede verse más obra suya).

Gran dibujante, muestra bellísimas e intrigantes mujeres. Con frecuencia aparece una sombra sobre sus ojos que les da un aire enigmático. Esta es una muestra de sus retratos

Elige colores poco saturados a veces con iluminación crepuscular en que rostros y manos destacan como una fantasmagoría.

Fiestas galantes, escenas intemporales de sabor mitológico, personas orgullosas de sí mismas que nos seducen con su actitud segura y dominadora.

Todo un mundo que quizá ya no existe y que Beltrán Masses conservó para nuestro disfrute. No se lo pierdan.

lunes, 4 de junio de 2012

Kirchner en la Fundación Mapfre


En su libroDe lo espiritual en el arte” (que puede ser descargado aquí), Kandinski describe tres orígenes del trabajo plástico
  •  una impresión directa de la naturaleza exterior expresada de forma artística a la que llamaimpresión
  •  una expresión espontánea inconsciente de caracter interno. Llama a esto unaimprovisación
  •  un contenido basado en un análisis largamente meditado a lo que denomina composición
Impresión/improvisación/composición quizá podrian en parte dar lugar a movimientos como impresionismo, expresionismo o constructivismo. Y es que en la segunda de ellas, en la improvisación la obra de arte surge preferentemente del interior del ser humano. Es más dependiente del artista que del objeto representado. El movimiento expresionista, bastante mal delimitado, por constituir un rasgo que aparece frecuentamente fuera del ámbito histórico y geográfico que lo limita, suele denominarse expresionismo. De hecho se ha sugerido que se trata más bien de una dirección que de un estilo. 


Pues bien en Alemania un grupo de artistas primero en Dresde y luego en Berlín formaron  un muy famoso grupo al que perteneció el artista que nos ocupa Ernst Ludwig Kirchner. La fundación Mapfre nos obsequia con una preciosa recopilación de su obra. Este es el sitio web dedicado a ella


De los dos grupos de artistas alemanes expresionistas El puente (die brücke) y el jinete azul (der blaue reiter), el primero de ellos estaba más centrado en la vida urbana, en el reflejo de nuestro tiempo mientras que el segundo era más elegante y esteticista. El grupo el puente trató de establecer una conexión entre el gótico y el renacimiento germánico y la vida actual. Utilizó para ello técnicas antiguas (como los preciosos grabados que se incluyen en la muestra) o nuevas fórmulas en el manejo del color. 


 Vean esta bonita obra tituladaDos mujeres con aguamanilrealizada por Kirchner en 1913 en el periodo en que ya vivía en Berlín tomada de Wikimedia commons



Noten el tratamiento casi clásico del color con cada una de las masas definidas en un solo tono, con marcados contrastes entre ellas, y dentro de las mismas la ausencia de degradados. Disfruten la agresividad y elegancia del dibujo en sus lineas anguladas, el punto de vista elevado y levemente diferente para cada elemento y su poder de representación de un mundo nuevo, sincopado y sometido a tensión, como los años en que le tocó vivir. Esta forma de representación moderna, audaz, fue puesta como uno de los ejemplos de arte degenerado en la exposición organizada por el nazismo. 


Diversos avatares de la vida llevaron a Kirchner a Davos, una ciudad suiza en que nuevamente utilizó su manejo del color para describir un paisaje alpino con gesto agil y seguro, veanlo en esta imagen igualmente tomada de wikimedia commons. 



Finalmente en sus últimos años se acercó a la influencia de otros movimientos. Vean estos acróbatas elegantes  y elaborados como ejercicios de aprendizaje de un estudiante avanzado pero que quizá carecen de la fuerza, la frescura y la emoción de sus primeras obras. 



Así que se trata de mostrar extensa y ordenadamente la obra de Kirchner, en muchos formatos (oleo, grabado, escultura, fotografía) y junto a ella algunos rasgos de su forma de vida. Una visión del mundo que ha quedado como un clásico del siglo XX. Vean su obra a vista de pájaro en este enlace y disfrútenla también en la visita de la exposición.

sábado, 26 de mayo de 2012

Carmen Conesa


Carmen Conesa es una persona polifacética En su sitio web podemos ver que desarrolla múltiples actividades. Pero en este momento lo que nos interesa es su trabajo como pintora. En la Casa de Vacas del Retiro expone una muestra amplia de su obra. 

Centrada en la figura humana, nos enseña una amplia variedad de actitudes de nuestra sociedad de la pose directa a la instantánea de peronas realizando actividades cotidianas. Como la muestra abarca obras realizadas en un amplio periodo de tiempo hay diferencias estilísticas en distintas épocas. Un rasgo permanece constante: la frecuente utilización de una mancha de gran variedad tonal en los planos  homogéneos que hace su pintura agradable e interesante. Este es un ejemplo en que vemos cómo se han suprimido elementos y simplificado otros consiguiendo un aire íntimo y evocador. Noten por favor los sutiles matices de color presentes en cada forma



Pero Carmen es una mujer de teatro y trata de mostrar algunos aspectos de su actividad retratando no tanto al personaje como a la representación.  A veces su estilo se hace acabado, rotundo, impactante. Vean este retrato de Josep Maria Flotats caracterizado como Stalin realizado con toda la intensidad de una iluminación efectista y contrastada.



Así que las vivencias de su vida personal y de su vida profesional se cuelan en su pintura. Se intuye en su obra una actitud dirigida a la observación que se acompaña por una corriente de simpatía hacia lo que representa. Sus vivencias se trasladan a su obra y a veces se consiguen logros de gran originalidad y belleza. La mayor parte de nosotros nunca hemos asistido a un casting. Podemos imaginarlo a partir de sus imágenes. Una persona sola en un escenario vacío a la espera del juicio ajeno. Un deseo cuya realización no depende de uno mismo sino de los demás. Son retratos grandes bellos, en que personajes anónimos se nos muestran con un número para su más facil identificación. Podemos sentir la tensión y la esperanza de las personas sometidas a valoración. Podemos imaginar la frustración si finalmente no se realiza el sueño.



Carmen nos ha mostrado con gracia y elegancia un fragmento de vida, un fragmento de su propia vida y de la de las personas que de una u otra forma pasan a su lado.

jueves, 17 de mayo de 2012

Pintores de Madrid y Sociedad Cervantina


Joaquin Vaquero solía comentar que los pintores de un tiempo determinado recibían como un maná caído del cielo, un conjunto de influencias,  un tiempo histórico, una visión del mundo y de la plástica que les hacía parecerse entre sí. Y esto sucedía incluso aunque en su propio tiempo fueran vistos como muy diferentes e incluso perteneciendo a movimientos plásticos opuestos. 

Si esto es cierto en el caso de pintores de la misma época, ¿qué sucederá con pintores que comparten un mismo espacio físico y que dedican parte de su tiempo libre a intercambiar ideas o comentar el trabajo de los otros?

Pues bien, aquí tenemos un conjunto de pintores que en parte desarrollan su actividad en los talleres del Círculo de Bellas Artes. Realizan una exposición conjunta de sus obras recientes en la Sociedad Cervantina.

Vamos a comentar algo de cada uno de ellos.

Tamio Goto nació en el norte de Japón donde estudió arte. Realiza una pintura realista, pero no trata de permanecer distante ante la realidad. Aun describiéndola con exquisitez técnica no la embellece sino que conserva en su representación la impronta de su propia visión. Hace unos meses pudimos ver una muestra en el Circulo con sus desnudos a partir de poses de modelo. Este es un ejemplo.



Andrés Calderón es un pintor autodidacta que se siente próximo a los movimientos expresionistas, al arte tradicional y al arte primitivo. Su pintura muestra frecuentemente ambientes africanos y en ellos se adivina que su representación utiliza puntos de vista fragmentados, integración de diversas técnicas como tratando de decirnos que la realidad no debe contemplarse únicamente a la luz de nuestra tradición. Este es un ejemplo de una de sus obras



Pedro Gamero es un pintor de larga trayectoria, retratista de éxito en Estados Unidos prefirió volver a España para tener una relación más íntima con la pintura. Aborda el tratamiento de sus obras como un trabajo perfectamente planificado en que se define primero la estructura de luces y sombras, los límites de las masas de luminosidad, las proporciones y sólo poco a poco añade colores y veladuras, matices y sugerencias. Este es un ejemplo de su obra



Ramón Ramirez ha desarrollado su actividad en Méjico y España. Utilizando pintura acrílica desarrolla entre otras obras paisajes de color  audaz y sorprendente. Paisajes que ha recorrido empapándose de sus pequeños detalles hasta poderlos recrear casi de memoria. Su color expresivo sirve para encontrar resonancias emocionales, paisajes casi mágicos en que todo podría suceder, juegos de zonas iluminadas y sombrías como intensos decorados de una obra de teatro.



Alfredo Huerta también ha realizado múltiples exhibiciones de su obra durante varias décadas. Actualmente su preocupación es la creación de armonías de color dentro de la abstracción, a veces con base figurativa. Trata de obtener acordes de color que reflejen la atmósfera de un interior, de una escena, de un paisaje. Con la excusa figurativa intenta reflejar el eco que deja en el ambiente lo que existió una vez desaparecidos sus elementos formales. La atmósfera que lo envolvía. Este es un ejemplo.



Jose Miguel Morona es Licenciado en Bellas Artes y considera que la pintura aún no ha agotado su potencial creativo. Puedo dar fe de su saber enciclopédico en las múltiples exposiciones que hemos visitado juntos. Utiliza abstracción y figuración como dos caras de la misma moneda y a veces crea objetos imaginarios que se sitúan en un espacio real, contaminándolo. Otras veces se sitúa más cerca de la abstracción pura. Este es un ejemplo de una de sus  obras.



De Jesus Oliván casi no puedo hablar, le gusta la pintura narrativa, o sea que los cuadros cuenten una historia aunque sea sutil y casi imperceptible a primera vista. Es el autor de estos textos y seguro que ya saben que como espectador le gustan formas de arte muy diferentes. Esta es la página con obra reciente.



O sea que un grupo de pintores que en muchos casos practican la figuración y la abstracción, que utilizan óleo o acrílico, que pintan del natural o imaginan sus modelos, que abordan con planteamientos plásticos y vitales diferentes su creación decidieron exponer juntos sus obras con el apoyo de la sociedad cervantina. Sin duda se encuentra más próximos de lo que pudiera parecer

Ya me comentarán sus opiniones. La muestra se inaugura el dia 23 de mayo a las 20 horas en la la Sociedad Cervantina (en c/Atocha 87, Madrid). Están invitados.